13.8.13

Un momento de gloria de las reinas del libro juvenil

La literatura infantil y juvenil todavía lucha un poco desde los márgenes por lograr una aceptación académica, a pesar de que los premios ganados por la escritora María Teresa Andruetto (Hans Christian Andersen, el "Nobel" infantil, en 2012) y la ilustradora y escritora Isol (Astrid Lindgren, 2013) están mostrando que hay otra realidad, muy potente y tan representativa de lo argentino como la literatura para adultos, impuesta y consagrada

Isol y Andruetto: reinas del libro juvenil/adncultura.com
Fue a un costado del terraplén, literalmente. Pero no en Pompeya, sino junto a las vías del tren de carga que pasa entre las avenidas Madero y Alicia Moreau de Justo, cerquita de Puerto Madero. Allí se hicieron las fotos que ilustran esta entrevista, con la luz mágica de una tarde de invierno. Lejos habían quedado las demoras de variada suerte creadas contra la voluntad de las entrevistadas y de esta redactora: un corte feroz en la 9 de Julio, por sindicalistas venidos desde la provincia de Buenos Aires, que atrasó la llegada hasta el diario, y un almuerzo tan a las apuradas que no dio lugar ni siquiera a tomar el cafecito bien porteño. Isol tuvo incluso que cancelar una cita posterior porque no creía llegar a tiempo.
Pero la alegría y el buen humor de Isol (Marisol Misenta) y María Teresa todo lo superan, aunque todavía sigan algo abrumadas por la súbita fama y los trajines que ella trae consigo: entrevistas y viajes, que se superponen con las relaciones familiares (Isol tiene un bebé muy chiquito) y el trabajo, ese del que no quieren ni pueden prescindir, y por el cual las distinguieron.
Para su elección, el jurado especializado del premio Hans Christian Andersen se basó "en la maestría [de Andruetto] en la escritura de obras importantes y originales que están fuertemente centradas en la estética. Sus libros se refieren a una gran variedad de temas, como la inmigración, los mundos interiores, la injusticia, el amor, la pobreza, la violencia o los asuntos políticos".
En el caso de Isol, el jurado de la Fundación Astrid Lindgren premió su labor "por crear ilustraciones desde la mirada de los niños, y porque sus imágenes vibran con energía y provocan una explosión de emociones, además de la innovación que propone su paleta de colores".
Como siempre, ese punto de vista puede cambiar y éste es el de las premiadas:

 
Una de las ilustraciones de Isol. Fue premiada porque sus imágenes vibran con energía. 
Andruetto : -En realidad, a mí me parece importante haber recibido este premio, u otras distinciones, porque de algún modo se pone el foco en un campo de la producción cultural de un país. Pero, aunque nuestras obras ahora se vuelvan centrales por los reconocimientos, creo que ni Isol ni yo, me atrevo a decir, somos las escritoras típicas; nuestras obras van más por los bordes. En mi caso, por ejemplo, nunca hice una diferencia entre escribir y publicar para chicos o para grandes. Para mí siempre han sido aspectos de una misma obra. Por otra parte, el hecho de que algunos de mis libros hayan ido a colecciones infantiles ha sido azaroso. Muchas veces ha sido una decisión del editor: al comienzo, en las primeras obras, en el caso de Stefano o El anillo encantado . Después, yo misma -que siempre observé mucho el devenir editorial, la factura del libro (nunca entendí la literatura por fuera de los lectores, y por eso tampoco por fuera del libro), el intento de la comunicación con el otro, porque me siento parte de la industria editorial- me fui guiando por los lectores, porque a mi juicio es el lector el que construye obra a futuro, en su elegir o desechar algo va eligiendo también qué queda y qué no. Cuando hablo de lectores, me refiero en general y también a ciertos lectores privilegiados: un editor, un ilustrador, un crítico.
Isol : -En mi caso, se trató de un premio importantísimo, que es muy conocido en Europa; si uno habla de Pippi Calzaslargas de Astrid Lindgren, todo el mundo sabe de que se trata, quién es la autora. Ellos premiaron toda mi obra; creo que nunca premiaron algo que fuera sólo ilustración, no hacen esa distinción. El 26 de marzo me avisaron por teléfono de la Fundación Astrid Lindgren Memorial Award que había ganado el premio y el 27 de mayo me lo dieron en Suecia. Acá yo noté mucha alegría, mucho entusiasmo, mucho acompañamiento. Para muchos significó algo propio; hubo mucha gente que me decía que esto les daba fuerzas, que mi estilo de trabajo los inspiraba y que se puede seguir haciendo lo que uno quiere aquí en la Argentina. Que se forma parte de una tradición. Yo hablo mucho de la tradición de acá: del cuento, del humor, del humor gráfico, del cómic, con Breccia, Nine, Quino, Oski.
Andruetto : -La literatura infantil, también, encuentra su alimento en las ricas tradiciones de la literatura argentina, que tampoco es una sola: hay muchas vertientes, con muchas líneas, en las que un escritor puede ubicarse. Toda escritura lo coloca en un punto de tensión entre la tradición y las vanguardias, la ruptura de esas tradiciones. Por eso mi reclamo de que la literatura para niños se deje impregnar más y más por esas tradiciones de la literatura en general, que no viva como aislada en su pequeño mundo, sino que haya más vasos comunicantes con la literatura en general. Por lo menos, ésa es la literatura infantil que a mí me interesa, la que está impregnada de las tradiciones literarias de nuestro país.
Tan argentinas
Curiosamente, tanto en el caso de Andruetto como en el de Isol, las obras de ambas han sido calificadas como "muy argentinas", aunque no siempre eso les haya servido, por lo menos al principio, para abrirles las puertas del mundo.
Para algunos editores, por lo menos, la obra de María Teresa Andruetto (Córdoba, 1954) fue, hasta que ganó el Premio Iberoamericano SM de Literatura Infantil y Juvenil 2010, incluso "demasiado argentina" para ser publicada en España. Ella lo expresó muy bien en el discurso que leyó en marzo de este año en Bogotá, cuando fue invitada al II Congreso Iberoamericano de Lengua y Literatura Infantil y Juvenil (Cilelij), organizado por la Fundación SM y la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República de Colombia. Escribió María Teresa:

 
Isol recibe el Astrid Lindgren de manos de la princesa heredera Victoria de Suecia. 
Cuando comencé a publicar y se abrió tímidamente alguna posibilidad de editar mis libros fuera de la Argentina, la lengua, eso que es la materia, la argamasa, con la que trabaja un escritor, comenzó a presentarse como un obstáculo. No es el libro, no es la historia, es el lenguaje? tan argentino , se me dijo en muchas ocasiones y ese obstáculo persistió por mucho tiempo, con distinta fuerza, en algunos países de Latinoamérica y sobre todo en España que es, de hecho, para los escritores latinoamericanos, el lugar más difícil para colocar un libro, tal la resistencia del castellano español con respecto a otras modalidades americanas de la misma lengua. [?] Buena parte de la riqueza de un pueblo reside en el desarrollo de una conciencia sobre sí y sobre el lugar que ocupa en el mundo, y como sabemos, vivir conscientes de nosotros mismos es defender nuestra particularidad como individuos y como pueblos.
Para Isol (Buenos Aires, 1972), ilustradora, escritora, cantante de rock y de música barroca, creadora de tiras cómicas y ahora con más de veinte títulos publicados en varios países y traducidos a ocho idiomas, también hubo alguna etiqueta dando vueltas. "Tan luego" a ella -como diría Borges-, que ilustró e interpretó nada más ni nada menos que la letra de El bazar de los juguetes (2x4 = Tango para pibes, Además, 2009), ese tango con letra de Reinaldo Yiso, al que le pusieron música Roberto Rufino y Alberto Podestá.
Isol : -Lo que más consumí yo en mi niñez y mi adolescencia fue, por ejemplo, la colección Los Cuentos de Polidoro: allí ilustraban Ayax Barnes, Napoleón, estaba Beatriz Ferro. Había una matriz argentina en la ilustración. Pero siempre pasa con las obras que rompen de alguna manera con los prejuicios y los estereotipos. Está muy bueno que no todo sea tan digerible. En la cultura hay algo, empezando por el lenguaje, que es muy "argentino". Nos permitimos reírnos bastante de nosotros mismos. Hay un estilo gráfico, que yo tengo y que justamente costó imponer. Vida de perros , mi primer libro, yo lo mandé al Concurso de Libro Ilustrado "A la orilla del viento", en 1996, y ganó sólo una mención honorífica, porque decían en ese momento que el nene protagonista tenía cara de "psicótico". Pero si vos pensabas que yo de chica leía libros de Fontanarrosa ( Boogie el aceitoso , Inodoro Pereyra )? Es una mezcla muy argentina, poco solemne.
Como tampoco es solemne Isol, que confiesa que uno de sus libros favoritos es El pato y la muerte , con texto y dibujos de Wolf Erlbrucht (Bárbara Fiore Editora), y que se ha permitido jugar con el poder y la crueldad de la belleza en La bella Griselda (FCE, 2010), una princesa ante la cual los pretendientes pierden la cabeza en serio:
Ya fuera por aburrimiento o por tenerlas a mano, la cuestión es que Griselda empezó a coleccionar cabezas. Barnizaba ella misma las coronadas testas y las clasificaba por regiones o por color de pelo, para exhibirlas en su salón dorado como trofeos. [?] Le gustaba que su hermosura se comentara en todo el reino. Pero lo cierto era que, en vez de amarla, todos la temían.
Una variante de la historia de Narciso, pero con un relativo final feliz? aunque Griselda deba perder también ella algo a cambio.
Mirada de artista
La literatura infantil y juvenil, contra lo que pudiera creerse, suele encontrar muchos más límites que la de adultos. Límites que pueden ser impuestos por los padres, los maestros y, también, por los editores. Andruetto recuerda todavía la resistencia que encontró al principio su novela Stefano (1997), sobre un adolescente y el despertar de la sexualidad. "Ha tenido mucho éxito, un montón de reediciones y traducciones a varios idiomas, pero cuando recién salió todavía era un tema que asustaba. Ahora en las escuelas todo ha cambiado bastante."
También hay otras ideas sobre la escritura y los escritores que María Teresa, una de cuyas novelas para adultos es, precisamente, Lengua madre (finalista del Premio Clarín de Novela 2007, publicada por Mondadori en 2010), quiere dejar en claro.
Andruetto : -Hay una idea generalizada, y equivocada, de que un escritor escribe "bien", correctamente. Pero un escritor hace otra cosa con el lenguaje: lo violenta. Cuando uno escribe hay una fuerza, una violencia que se ejerce también sobre la palabra, para hacerla decir otra cosa, que a veces ni uno sabe qué es. Y ocurre que el problema en muchos libros -también de literatura infantil y juvenil- es que sólo están "correctamente" escritos. Una de las luchas más grandes es contra el "deber ser" del lenguaje.
Isol : -Algo parecido me pasó a mí. Cuando fui a dar un curso en España, al final, cuando yo ya había hablado, se me acercó un ilustrador que era muy prolijo, hacía dibujos muy bellos, y me dijo: "Ahora entiendo por qué te invitaron". Porque antes de conocerme, mis dibujos le habían parecido muy desmañados, hasta desprolijos.
Andruetto : -Y después, uno tiene que reinventarse y el lector también, para no aburrirse. No sé qué te pasará a vos, Isol, pero para mí cuanto más reconocimiento hay, más queda en el campo propio esa búsqueda personal, esa no satisfacción que el otro espera y le pide a uno. El éxito no es bueno si lo obliga a uno a repetirse. Hay que estar muy atento.

 
María Teresa Andruetto, en el momento de la distinción. 
Para Isol es importante destacar el valor de la ilustración hoy, y el caso de los ilustradores que, como ella, escriben sus propios textos. En su caso particular, cuando se trató de editar Tener un patito es útil (FCE, 2007).
Isol : -Cuando empecé, yo conocía a gente como Gustavo Roldán hijo, pero estaba más en contacto con la gente del cómic: Cachimba, Nine. Todo empezó para mí en el Foro de Ilustradores, en 1997; ahí vi que lo que significaba ser un autor. Yo empecé a mandar mis trabajos a una editorial que publicaba cosas que a mí me gustaban. Hubo que esperar seis años para que saliera Tener un patito es útil en el Fondo de Cultura Económica. Ellos respetaron un formato que no entraba en sus colecciones [es un libro-objeto que se puede leer de ambos lados y que cuenta la misma historia pero desde el punto de vista de un niño que agarra a un patito, y desde la de un patito que agarra a un niño y declara que "tener un nene es útil"]. Tuvieron que mandarlo a imprimir en China. Cuando al fin salió, el editor me dijo: "Nos obligás a aprender a hacer cosas nuevas". Sentí que había un entusiasmo compartido. Ahora yo ya tengo una manera de hacer las cosas.
Andruetto : -Es que un libro es siempre más que un autor y un ilustrador; es también un editor. Se empieza a ver ahora que hay un público para una zona de lectura y de lectores, que se ha inventado un género, por decirlo así, que es el libro-álbum. Ha surgido de allí y va hacia otras zonas de la literatura. Hoy todos los campos están en una transformación permanente.
Otras culturas, otros libros
En otro discurso, esta vez en el de agradecimiento por el premio Hans Christian Andersen, Andruetto expresaba un deseo:
En cuanto a mí, me gustaría llegar al corazón de quien me lee, llevarlo a sentir y a pensar, porque contra el adormecimiento de la conciencia, la literatura nos propone una de las inmersiones más profundas en nosotros y en la sociedad de la que formamos parte. La literatura se construye con un bien social -el lenguaje-, un bien que es de todos, y se alimenta de los relatos que esa sociedad genera.
Ese sentimiento de pertenencia profunda a una cultura fue lo que sorprendió a Isol cuando estuvo en Suecia y conoció más de cerca a una comunidad que reverencia a Astrid Lindgren como aquí podría suceder con Borges (y que no sucede). Lindgren, militante feminista y defensora de los animales, fue una autora infantil cuyas obras son fundamentales para los suecos
Isol : -Para ellos, además, este premio es muy importante, porque se paga con los impuestos de todos los ciudadanos. Las obras de Lindgren son leídas por toda la familia, no solamente los chicos; lo más parecido a nuestra experiencia sería compararla con María Elena Walsh. Por ejemplo, ellos no entienden por qué nunca le dieron el premio Nobel a Lindgren.
El paréntesis obligado impuesto por sendos reconocimientos no impide que tanto María Teresa Andruetto como Isol piensen en seguir trabajando. Ahora, la suerte ha querido unirlas en el catálogo de una editorial que ambas quieren mucho. Es la cordobesa Comunicarte (www.comunicarteweb.com.ar ), dedicada desde 2004 a los libros para chicos y que, en 2009, recibió la Mención Especial durante la entrega de los Destacados de Alija (Sección Argentina de IBBY), en el rubro Mejor Propuesta Editorial. Comunicarte ya había publicado El caballo de Chuang Tzu , de Andruetto, y Mi cuerpo y yo , con texto de Jorge Luján e ilustraciones de Isol. Ahora, en su colección Los Imprescindibles -llamada así porque cada obra pertenece a un ganador del Hans Christian Andersen, o a un candidato al premio por su país, e Isol obtuvo también una distinción como finalista en 2006 y 2007-, presentó en las dos ferias del libro porteñas de este año Zapatero pequeñito (Andruetto) y Ser y parecer (un poema de Jorge Luján dibujado por Isol). Un motivo más para sentirse unidas en el afecto a los libros y a la literatura.
La última parte de la entrevista estuvo dedicada, como no podía ser de otra manera, a la relación de las dos creadoras con la circulación de sus obras en las escuelas y, también, en las redes sociales o en nuevos formatos electrónicos.
Andruetto : -El libro siempre ha tenido una cuestión más democrática, la de la obra en serie. En el caso de la mía, ha habido un crecimiento lento, progresivo y muy firme a lo largo de veinte años, mucho por el de boca en boca de los maestros y los bibliotecarios, que han ido a su vez llevando a los chicos, un poco a contracorriente de las modas. No era el mío uno de los nombres que circulaba más fuertemente -estoy hablando de los años noventa-, pero siempre me sentí muy reconocida, y tuvo que ver con un cambio en la condición lectora de ciertos maestros, con toda la diversidad que se da en nuestra sociedad. Yo siento que la escuela es un lugar que genera una tensión doble: por un lado, es un espacio destinado a conservar ciertas cosas, ciertos saberes, y por el otro, es el lugar que puede ofrecer una fisura para los cambios. La escuela constituye una oportunidad central de construcción del lector, cuando eso no está dado en el chico que llega a ella, porque no todos los chicos provienen de familias lectoras, y en ese caso cuando un niño no tiene libros en su casa, la escuela debe apostar a eso. Me parece que ahí está la mayor conciencia del Estado, que debe comprar libros para las bibliotecas del aula o las bibliotecas populares. Actualmente, hay un nivel de compras que es un libro por escuela, y otro que es un libro por chico para un grado, y el chico se lleva el libro a casa. Es el ingreso de la literatura en la escuela. No es el libro único, que concentra todo el saber, como son los manuales.
Isol : -En mi Facebook ( http://on.fb.me/19MtGaE ), de pronto, tiro imágenes y la gente se las apropia. Las toma y hace otra cosa, les agrega un poemita, pone un dibujo. Es eso lo que me gusta del libro también. En mi casa no había otros originales más que los que hacíamos nosotros. Y el libro te permite compartir. Y es un objeto íntimo y único.
Andruetto : -Yo tengo página en Internet: http://www.teresaandruetto.com.ar/. En cuanto a mis libros, los nuevos contratos incluyen todos una edición electrónica. Como es bastante reciente, no tengo todavía los resultados. En todos los casos, están sí en plataformas que han cuidado el diseño y demás -eso hemos pautado-, y a la vez yo como lectora leo en distintos soportes, sobre todo poesía. Leo mucha poesía en espacios virtuales, porque me permite llegar a poetas que no consigo acá, poetas de otros países. Los poetas leen mucho, rastrean mucho en Internet la obra de otros poetas, hay sitios seguros que se recomiendan.
Isol : -Me han pedido los derechos electrónicos para algunos libros y los di. Pero para un libro-álbum es muy diferente. Si vos pensás en un libro como Nocturno: recetario de sueños , una computadora no puede reponer la magia del libro, por las fosforescencias de las páginas. Es mágico porque está en un papel. Si yo hiciera algo electrónico, tendría que utilizar esa herramienta de una manera específica, tendría que pensar en cómo usarla, no como una excusa para meter al personaje y que se mueva. Sería hacer otro libro, o sería como hacer una película. Es decir, otra cosa, otro lenguaje. Y además esto es algo que recién empieza..
"La Argentina está pasando por un momento de gloria: los premios obtenidos por Isol y María Teresa Andruetto son dos de los más importantes del mundo, son globales y además, muy seguidos en el tiempo." El juicio pertenece nada menos que a Carlos Silveyra, que este año ganó el Pregonero de Honor en la 23» Feria del Libro de los chicos, un premio que celebra toda una trayectoria dedicada a la difusión de la lectura de la literatura infantil y juvenil argentina
La experiencia de Silveyra es fundamental para hacer un balance sobre el tema de la nota de tapa de hoy en adncultura : "Hay dos aspectos importantes en el crecimiento de la literatura infantil y juvenil en la actualidad. Por un lado, en el estrictamente comercial, hasta en Europa, que está pasando por un momento de crisis económica tan prolongado, el único rubro editorial que sigue creciendo bien es éste, mientras que el dedicado a la literatura para adultos sufre muchísimo, incluso por el embate de las nuevas tecnologías. Por el otro lado, es indudable que, de los años setenta para acá, hay cada vez más calidad en todos los niveles, tanto de la edición como del público lector (papás, docentes, chicos y adolescentes)".
El premio obtenido por Isol, dice Silveyra, "le pone un moñito a todo el proceso en la Argentina". Un proceso que venía, sin embargo, de lejos. "Con María Elena Walsh, la Asociación de Literatura Infantil y Juvenil de la Argentina (Alija) había logrado que el jurado del Hans Christian Andersen concediera una mención honorífica, por única vez, en 1994. En 2012, cuando postulamos a María Teresa -yo era presidente de Alija en ese momento-, lo hicimos porque consideramos que su obra era más universal, dado que refleja mucho la historia de los inmigrantes. Y evidentemente llamó la atención, por su originalidad y por una escritura muy elaborada, muy trabajada, que la hace una artista integral."
La reciente Feria del Libro Infantil y Juvenil de Buenos Aires ha sido, una vez más, un buen termómetro para medir la salud del fenómeno. Este año hubo 107 expositores, 150 espectáculos, 100 firmas de escritores, 430 talleres, 92 narraciones, 1000 escuelas y cerca de 300.000 visitantes. Además, todo el Pabellón C del predio ferial de Pueyrredón y Figueroa Alcorta estuvo dedicado a los adolescentes, con talleres de hip hop , cultura gamer , videojuegos, música, cosplay , encuadernación, poesía y escritura, y un concurso de cortos de terror en el que participaron más de setenta chicos que filmaron sus historias.
"La Feria está pasando por un buen momento. Están los escritores consagrados, con una producción sólida, pero también está surgiendo un grupo de menos de 40 años, que aporta obras originales. Y están los ilustradores que, como Isol, se vuelcan también a la escritura y lo están haciendo muy bien, con esa capacidad de hacer explícita en la ilustración la metáfora literaria. El gran ejemplo extranjero ha sido Anthony Browne. Y esto también es nuevo, deja atrás las famosas parejas de escritor-ilustrador, como fueron en el pasado Lewis Carroll-John Tenniel, y, más acá, Roald Dahl-Quentin Blake, por nombrar a los más conocidos."
Para Carlos Silveyra, que ha completado todo el circuito literario (además de escritor, editor, director de colecciones, miembro y presidente de Alija, ahora es consultor externo en asesoramiento de editoriales y también capacitador de docentes), su premio Pregonero de Honor fue una sorpresa (en 1998, había recibido el Pregonero al Docente), pero lo aceptó en nombre de algunos que ya no están y que también lo hubieran merecido: María Elena Walsh, Beatriz Ferro, Elsa Bornemann. "La literatura infantil y juvenil argentina constituye hoy un corpus importante, que va creciendo todo el tiempo", dice. Por eso también apuesta a otro fenómeno: la novela gráfica, como un destino para ciertas obras literarias que son clásicos, pero que hoy ya es difícil que se lean y menos entre el público muy joven.

Nuevos escenarios

Otra muestra de la importancia de la literatura infantil y juvenil argentina es su presencia, por primera vez, en el II Festival Buenos Aires Negra 2013 (BAN!), que hasta mañana se desarrolla en el Centro Cultural San Martín. Uno de sus organizadores, el escritor y docente Eduardo Agustín González (autor, entre otros títulos, de Grafitti Ninja , Cementerio clandestino y Sangre negra ), propuso, y lo logró, que se incluyera la novela juvenil policial entre los temas de las mesas redondas del encuentro. En una de ellas, "Violencia urbana y policial juvenil", María Fernanda Maquieira, escritora y editora a cargo del área de libros para niños y jóvenes de Alfaguara, hizo un análisis de las características por las cuales este género puede interesar también a jóvenes lectores: "El texto policial es ideal para satisfacer la transgresión adolescente, porque se cuestiona el poder ejercido por los adultos, pero también están presentes el juego, el aprecio por los detalles". Para Maquieira, es importante la noción de identidad y la idea de la muerte, porque en el policial la muerte siempre es fundamental, y los chicos pueden enfrentarse a ella, nombrarla, conocerla de cerca quizá por primera vez..

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