¡Feliz y próspero 2010!
Les desea
El Sueño del Perro: la Novela (des) esperada
El escritor construye la casa de su obra con algunos escombros, de la destrucción de la casa de su vida.
¿Por qué escribe usted novelas de detectives?
La pregunta es si eso es lo que hago. He escrito más o menos 40 libros. De ellos, una cuarta parte es lo que podríamos llamar novelas de detectives, así que definitivamente escribo otras cosas. Algunos científicos literarios miserables piensan que la ficción policíaca fue inventada por Edgar Allan Poe, pero no saben nada. ¿De qué se trata Medea? Pues de una mujer que mata a sus hijos por celos hacia su marido. Si eso no es una historia criminal, no sé qué lo sería. La gran diferencia es que la Policía es un invento posterior, del siglo XVIII ó XIX. La idea de utilizar el crimen para representar conflictos en una sociedad, o entre seres humanos, es efectivamente uno de los géneros más antiguos que existen. Y para mí también ha sido útil en unos cuantos libros. Así lo veo. Hoy vivimos en un mundo donde hay muchísimas supuestas novelas criminales llenas de populismo y especulación. Se publica un montón de libros que son pura y simple basura, escritores que piensan que es posible convertir cualquier cosa en una novela de detective, y eso no me interesa en absoluto. Por eso me parece interesante que mis libros hayan sido distribuidos mucho más que varios otros en este grupo.
Una característica de las novelas de detectives es que el suspenso se agota después de la primera lectura... No admiten relecturas.
Tienes razón, pero te equivocas. Hay dos maneras fundamentales de contar una historia. Una es la anécdota que se gira en torno a su conclusión, que depende completamente de cómo termina. La otra manera es, para mí, mucho más interesante. Es el intento por describir el proceso. Si hay algún tipo de libros que detesto son los de Agatha Christie. Leo las primeras páginas y hojeo hasta el final para ver quién lo hizo. No hay nada que me interese en el proceso. Eso es algo que no tiene que ver sólo con literatura de crímenes, sino con toda la buena literatura. Un artista de verdad puede describir bien el proceso. Entonces seguimos los eventos y no estamos esperando que venga el final. Eso es arte, eso es lo difícil.
Entonces no leemos novelas de detectives para saber ¿“si fue el mayordomo”?
He escrito un libro en el que cuento en la primera página qué pasó y quién lo hizo. Y en las próximas 500 páginas describo la investigación. Tengo que contar una historia que la gente quiera oír. Realmente eso es el suspenso. Me gusta este símil que implica invitar al lector a sentarse contigo en la mesa. Si escribo un libro donde revelo todo, el lector se queda parado al lado mientras yo estoy sentado en la mesa comiendo. Entonces he fallado. El lector tiene que sentirse acogido en la mesa. Eso me fascina. De vez en cuando veo una obra de teatro buenísima. Entonces me entran ganas de participar. Eso, para mí, define calidad.
Contar una buena historia y ser didácticos son los elementos cruciales
Deme luces, si puede un ejemplo, cómo escribir. Si me puede ayudar con un consejo como debo escribir, yo no sé hacerlo. ¿Qué es un ensayo? un ejemplo, un modelo.¿Qué es el arte de la escritura? Como dije, no sé escribir...¿Cómo puedo aprender a escribir? ¿Qué debo hacer? También qué tamaño debe ser el escrito...
Myriam
Vamos por partes como dicen que dijo Jack El Destripador, antes de empezar a diseccionar el cadáver...
El escrito que están pidiendo es algo muy sentido y sencillo que le salga a uno desde el fondo de su ser, del alma. De ahí el nombre de escribir en la piel. Puede ser una carta, es una forma muy práctica también para empezar a escribir.La extensión tiene como una lógica interna en cuanto a lo que uno cuenta.El escrito puede ser de tres a cinco páginas. La carta, digo como ejemplo de romper el frio blanco del papel(o de la pantalla), puede estar dirigida a "un hipotético alguien". Ya sabe, uno escribe para un lector, y todos lo somos- nos convertimos en unos lectores- cuando nos involucramos en juntar palabras y "ver" qué nos dicen. Nos conmueven, nos disgusta, nos confronta. Es una condición inmanente de la escritura: siempre nos va a provocar sensaciones, ya favorables de gusto o de disgusto y hasta de antipatia. La forma puede ser sencilla, porque el remitente saca todo lo que le quiere decir a un destinatario. Fíjese usted misma, cómo en el enunciado de sus preguntas contienen toda una claridad angustiosa de querer escribir y automáticamente ya lo está haciendo. Ahora se trata de que lo siga practicando.
Por otra parte, el ensayo es un escrito reflexivo donde el autor quiere plantear unas ideas propias respecto a un tema específico. En este formato, ellos se han cuidado de no involucrarlo, porque el ensayo está más para los análisis detallados de asuntos especulativos, es por eso. Y como se trata de escritura en la piel, debe corresponder a vivencias propias, de eso se trata.
En cambio en una carta uno siempre "descarga" vivencias como dolores del alma, sucesos de uno que los cuenta simplemente, pero siempre tienen como una focalización, está dirigido a. Por ejemplo, se me ocurre plantearle, cómo escribiría una carta donde cuenta la muerte de un ser querido a un familiar muy sensible y por cuya noticia ésta persona puede igualmente morir. Es apenas un ejemplo llevado al límite.
También puede hacer como lo hizo la escritora Rosa Montero, que escribió una novela cuando sintió la perdida y se bloqueó al saber la muerte de su entrañable hermana, ¿recuerda? Puede escribir de esto mismo, de la imposibilidad de escribir los sentimientos y es válido. En literatura todo vale. Ningún tema está vedado o vetado a tratarse como posible de escribir, no tema nada, simplemente déjese llevar por lo que se le ocurra...
Ahora existen formas para romper el blanco angustioso del papel, e ir "calentando" la mano de la escritura. Los surrealistas, se inventaron una forma que llamaron "escritura autómatica", que consiste en que uno se deja llevar espontáneamente por lo que pasa por la mente y lo escribe, así resulte incoherente. Este tipo de ejercicios ayudan mucho a ir perdiendo el temor de escribir, a calentar la mano...
También nunca olvidar de leer a los mejores escritores, pues, con ellos vemos el ritmo, el tono, el punto de vista de un hecho imaginario que nos cuentan...
Un ejemplo también es el de la inmersión, y en esto los talleristas han sido acertados, pues, al terminar cada sesión de lectura y debate, con los textos que nos dan, nos vamos a un refrigerio y después a escribir bajo un tema que ellos ponen, y le cascamos... al papel. La inmersión consiste en eso: sumergirnos en algo que ya estamos. Es tan idéntico como cuando vamos a nadar. Ya dijimos que vamos a nadar, y mentalmente estamos pensando en el agua, si estará muy fria, si será panda o profunda la piscina, si habrá mucha gente o poca, en fin. Pero ya llegamos a la orilla, y por supuesto, estamos previamente preparados. Nos vestimos para la ocasión, usamos el bikini más colorido, o el más gris según nuestra personalidad; o la pantaloneta; y ya por ello, para bien o para mal se fijan los demás en nosotros. Y uno piensa, pero si no sé nadar, cómo hago; y lo más extraordinario es que ya nos metimos y estamos sintiendo en la piel la temperatura del agua, y vemos a los demas que chapalean, otros suben raudos al trampolín y se lanzan y hacen piruetas, porque quieren ser vistos, quieren notoriedad, en fin: pero nosotros ya sentimos panda la piscina, pero cómo nado ahora, y de pronto nos sumergimos y empezamos a mojarnos con todo, y al sumergirnos abrimos los ojos y vemos las piernas, la brazadas, los cuerpos y de algún modo ya estamos nadando. Vamos aprendiendo a respirar, a saber flotar, a dar las primeras brazadas, y ya estamos nadando...es igual la escritura.Pero en lo básico del asunto, nos sensibilizamos. No es más que querer romper el blanco angustioso del papel y después seguir...
Con toda esta carretada, espero que la haya motivado a ponerse a escribir, y así como fue de espontánea en preguntarme, siga haciéndolo sin el menor temor conmigo, con plena confianza que todo quedara entre nos que es para eso que estamos en este mundo: aprender a aprehender...
Un saludo
Marcelo
Comentario sobre la elaboración del relato ¿Qué es un disfraz?Quise plasmar en un escrito el malestar que siento porque los semblantes que hoy se ofrecen a las mujeres como referentes para la construcción de su identidad son semblantes precarios, para la época histórica a la que asistimos. Semblantes que se encuentran a mitad de camino entre el modelo decadente de roles tradicionales de género y los semblantes propicios al mercado.
Tenía que escribir un libro. Pensaba que sería una novela, porque le permitía desarrollar con hondura y amplitud el tema; pero, ¿cuál tema?
Y andaba leyendo.
Leía libros, que escogía al azar que hablaban de todo, menos de cómo escribir un libro. Le contaban sobre el egoísmo del amor, y su necesidad imperiosa en los seres humanos, porque la gente se enamora fácilmente, se fecunda proliferadamente y se reproduce infinitamente. Otro escritor, le recordó, según el heresiarca, que los espejos y la cópula son abominables porque multiplican el número de los hombres.
Esa necesidad gregaria de estar entre varios prójimos. Serían maricones, pensó. Bueno, se consolaba, Platón filosofó que el amor no tiene sexo. Tal vez un trío de rigor para amar verdaderamente. Dos contra una, o uno contra dos, pero como el sentimiento no tiene género cabría invitar a otro y se haría un cuarteto de tres contra una. La cosa se iba complicando porque ahí habría que preguntar, como en las orgías: ¡organicémonos!
Pensaba que su libro sería una bella historia de amor entre dos amantes encontrados en su más ruidosa soledad. Una historia más bien blanquita...
Si en la tierra quedara un solo hombre en un extremo y en el otro: una sola mujer; su atracción sería tan fuerte, que se buscarían hasta encontrarse, según una antigua sentencia árabe.
Su memoria inventariaba, con los libros puestos sobre una estantería en rigor a recordar todas las bellas historias de amor: Abelardo y Eloísa, ¿Rojo y negro, es una historia de amor? Dudaba. La inolvidable Romeo y Julieta, que esquematizó los amores contrariados, los amores difíciles, los que tanto satisfacen, o con los que tanto sufre la gente carente de amor.
¿ Por qué la gente que sublima el amor es la que más desea el amor?
A veces se compran un perro y se le entregan en cuerpo y alma y otras intimidades...
Escribiría un melodrama puro, para ponerse a tono con los tiempos de la actualidad, que después se produciría con él una telenovela, donde por cualquier hendija sentimental pondría un perro...para que moviera la cola a su amo que lo odia porque le brinda más atenciones al can que al hombre que es muy perro. Recordaba que cuando era niño tuvo y cuido perros y ahora, que es ya grande sólo tiene perras!
Bueno, sigue complicándose, igualmente esquematizaría el conflicto esencial, se convertiría en un producto para las lágrimas, se transformaría en un producto parecido a la visina, que se vendería en frasquitos, y lubricaría los ojos de los televidentes tras la pantalla.
El amor es un producto que se vende bien, pensó. Pero si caía en las manos de un productor (de la telenovela, por ejemplo) comentaría, que tendría que haber un protagonista bien apuesto de origen noble (el productor carecía de palabras y trataba de referirse a que era rico, o sea que hacía el rico) pero que en el momento que se cuenta el dramón de la telenovela, él supera todas las dificultades de la pobreza de su origen, porque su padre era muy joven y a su vez sus padres no iban a permitir que el vástago de sus desvelos fuera a caer en las manos, más bien entre las piernas de la sirvienta, donde ya había estado y probó de esas rijosidades tan livianas, descubriendo la lubricidad y otras maromas con las que con ella no había futuro.
La pobre mucama pobre salió muy contrariada de esa casa de familia y regresarse, otra vez, a su pueblito y descubre que está embarazada del vástago de los patrones. El niño nace con rasgos nobles y notables entre la indiamenta del pueblo y es sobresaliente, aunque era de mal corazón y muy cruel sobre todo con los perros y los gatos, a los primeros les ponía entre los panes vidrio molido y se extasiaba viéndolos agonizar. A los gatos los metía entre bolsas y los pateaba como balones. Después se quedaba viendo las roturas de huesitos, los ojitos brotados de su orbitas. Me les reservo el resto de crueldades infantiles del heredero del ricacho de la gran ciudad.
El futuro de estos padres era, que son sus fortunas fueran enriquecidas, no importaba a qué costos sociales, en fin, era más o menos la trama del melodrama, pues si iba a escribir ya no un libro sobre el amor sino una novela de amor; quiero decir una telenovela; porque el tema del amor va a existir entre los seres humanos y su vigencia será perenne como la yerba.
Recordaba que ahora la gente ya no se muere de amor, se muere de sus consecuencias, de la enfermedad que produce el amor: el sida. Pensó en un título: El amor en los tiempos del sida.
Sufrió una larga y profunda depresión al hallar el título de su telenovela entre una antología de cuentos eróticos.
Se consoló inventariando ahora todos los títulos de los libros.
Pensaba en Un libro de autoayuda, por ejemplo. Y esos si que se venden muy bien. Casi recetarios para vidas simples que no pueden tener una visión sencilla de su tristes vidas Le hablaban del sexo y sus perversiones, que las cargamos pacientemente; pero algunos se desesperan tanto y van donde las putas para poder vivirlas, sentirlas, porque su mujer, que es católica, apostólica y bogotana, y colombiana y latinoamericana; no los deja navegar por su cuerpo con tanta sutileza de piel, y prefiere solamente una vez y eso, si no tiene dolor de cabeza...
Preocupado de la soledad del escritor. ¡PROXIMAMENTE!