30.8.10

Consejos con mucho humor para no meter la pata

'Cómo no escribir una novela' (Seix Barral)

foto:archivo.fuente:hoy.es

De los fallos se aprende, pero hay algunos que mejor sería no haberlos cometido nunca. Los escritores y profesores de Escritura Creativa Howard Mittelmark y Sandra Newman se ceban en ellos con buenas dosis de humor en un libro reciente, titulado 'Cómo no escribir una novela' (Seix Barral).

Lo primero, claro, es la trama. «Uno de los primeros escollos que debe superar un novelista es el error de creer que lo que interesa a él tiene que interesarle necesariamente a todo el mundo. Una novela es una oportunidad para dar rienda suelta a las cosas que tus compañeros de piso, amigos o tu madre ya no soportan escuchar más», señalan los autores. Insistir en ello, sobra decirlo, lleva al fracaso.
A la hora de presentar a los personajes, no hace falta contar al lector todos los detalles de su vida. Lo importante es la historia. Cuando el autor se pone pesado con sus criaturas es como cuando el informático viene a casa y, en vez limitarse a recuperar la conexión de Internet, le explica al cliente los algoritmos de la encriptación digital.
Los lugares exóticos tampoco valen por sí mismos para armar bien un relato. A nada que se abuse, al lector le puede parecer que lo que tiene delante es un pesado álbum de fotos de vacaciones. Si el protagonista «no hace nada en una isla tropical, pero describe las maravillas de estar en una isla tropical, estamos ante una sala de espera con mucho follaje; follaje que, además, nuestro lector ya conoce sobradamente por la tele, y en alta definición».
También hay que tener ojo con los detalles y, si se ponen, hay que darles un porqué. Si en una escena aparece un chicle encima de la repisa, el lector tiene que saber qué ocurre con ese chicle antes de que acabe la novela. Cuidado además con los sueños. Los autores del libro aconsejan meter uno por novela... que se eliminaría en la revisión final.

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